biblioteca

Siempre intuimos que sería el corazón de la casa. Y es que… ¿a quien no le apetece sentarse en un Chester de piel gastada y acomodarse mientras la inmensa chimenea demuestra toda su potencia? O leer algún libro o revista interesante hasta que os abraza un sopor estimulante. O mejor aún, tomarse una copa de vino y charlar con los amigos.